miércoles, 12 de diciembre de 2012

Una espadaña


Una espadaña es una estructura en un muro prolongada verticalmente sobresaliendo del resto del edificio y suele acabar en un pináculo. Suele disponer de uno o más huecos para alojar campanas, formando parte de algunas iglesias y conventos donde hace las funciones de campanario o campanil, diferenciándose de estos en que su acceso no se alberga en el interior. Se suelen construir con materiales como piedra, ladrillo, sillares…
Ya en el románico se encontraban en Europa estas estructuras, si se optaba por construcciones mas complejas. El término de espadaña procede del latín y significa espada.
 Son peculiares elementos de arquitectura que no las conoce muchas personas. Éste elemento tan sencillo supone un abaratamiento del coste que conlleva construir un vigoroso campanario.
Su origen es del siglo XII, de la arquitectura medieval. Usualmente se suelen colocar en la parte superior  de la fachada del edificio (hastial) o también sobre los muros laterales del edificio. Algunas veces aparecen en un muro independiente adosado a la construcción.

En Calzadilla de los Barros,en la Iglesia del Divino Salvador que está situada al este del casco urbano, hay una espadaña.


Aquí vivió Ruy López de Segura


En la localidad de Zafra, en la calle Tetuán, en el número 17 se encuentra la placa que dice que ahí nació y vivió el ajedrecista Ruy López de Segura. La placa se encuentra en el casco antiguo de la ciudad, y fue colocada en el año 1975. En 1593, se instauró el hospital de San Ildefonso, fundado por el hermano de Ruy, Alonso López de Segura. Más tarde, Alfonso compró la casa, que contaba con dos plantas y una puesta bastante grande. Ésta fue la vivienda de Ruy López de Segura. Ahora, la fachada de la casa es blanca y en uno de los lados hay un ventanal y un balcón.  


Placa de Ruy López de Segura.


Casa en la que se encuentra la placa.

Rodrigo López de Segura, más conocido como Ruy López de Segura,  nació en Zafra (Badajoz), en el  1540 y murió en  Madrid en el año 1580. Era un humanista, gramático y ajedrecista español. Publicó un tratado, en Alcalá de Henares, llamado Libro de la invención liberal y arte del juego del ajedrez, que  fue uno de los primeros libros de ajedrez publicados en el continente Europeo. Muchos le consideran el más antiguo Campeón del Mundo de ajedrez en Europa, cuando fue vencido por Leonardo da Cutri en 1575.
                    
Los padres de Ruy López de Segura eran mercaderes acomodados, con casa y escudo en la Plaza Grande de la localidad de Zafra. Fue clérigo de la parroquia de la Candelaria en Zafra y más tarde pasó a la corte de Felipe II, en condición de confesor y consejero real. Considerado campeón del mundo entre 1570 y 1575, hasta que fue derrotado por Leonardo da Cutri.

Desde joven Ruy López fue un enamorado del ajedrez. Pedro Damiano fue una de las personas que más influyó en él, un ajedrecista portugués, quien publicó un libro en 1512, que López estudió. En el año 1560 llegó a Roma por asuntos eclesiásticos y allí derrotó a los mejores ajedrecistas italianos. En esa época, Italia era  el más importante centro ajedrecístico de Europa, especialmente su capital, Roma.


Muchos historiadores del ajedrez lo consideran como el primer Campeón del Mundo registrado en Europa y como el creador de la teoría del ajedrez.
El juego del Ruy López se considera la base de la teoría del ajedrez y ha formado parte de muchos estudios. Su técnica de juego, sigue utilizándose por los mejores ajedrecistas de nuestro tiempo.


                                            Imagen en la que sale Ruy López de Segura

martes, 11 de diciembre de 2012

Murallas de Zafra: La estatua de Santiago Matamoros.


Murallas de Zafra: Santiago Matamoros.               

El pueblo de Zafra se rodeaba por una muralla, que tenía como destino la defensa de los habitantes, los comerciantes y los viajeros. Zafra era perteneciente a la familia de Suarez de Figueroa, y fue ella la que mandó a construir la muralla. La construcción se inició en el año 1429 por Gómez I Suárez de Figueroa, hijo del gran Maestre de la Orden de Santiago, Lorenzo I Suarez de Figueroa. La orden de Santiago fue una orden militar y religiosa que apereció en el siglo XII en el Reino de León y su nombre lo debe al apóstol Santiago. Don Lorenzo I siguió con la construcción de la muralla y la finalizo en el 1442. Esta muralla trazaba un perímetro oblongo e irregular y se formaba  por cuatro puertas o arcos que todavía se mantienen. Estas son:
- Al sur, La puerta de Sevilla
-La puerta de Badajoz, también llamada  Arco del Cubo (siglo XVII). Esta era la más importante.
- La puerta de los Santos, que comunicaba el Pilar Redondo con la Candelaria.
- La puerta de Jerez o Arco de Jerez (siglo XV)

La puerta de Badajoz

La puerta de Badajoz, pertenece a la que fue la puerta norte del pueblo de Zafra. El arco es del siglo XVII, ya que la antigua puerta estaba en el torreón del arco, donde se encuentra la figura de Santiago Matamoros, del siglo XVII, puesto que los constructores de la muralla pertenecían a la Orden de Santiago. Debajo de ésta está el arco de la que fue la verdadera puerta, el arco del cubo.

                                                           Imagen Arco del Cubo




Santiago Matamoros

El apóstol Santiago recibe el nombre de
Santiago Matamoros cuando se le representa tal y como se le describe en las crónicas medievales. Según estas informaciones, el apóstol Santiago participó milagrosamente en favor de los cristianos contra los musulmanes durante la Batalla de Clavijo (23 de mayo del 844). Santiago Matamoros era considerado como el patrón de España. Su objetivo era proteger a los peregrinos del Camino de Santiago y hacer retroceder a los musulmanes de la península Ibérica. Su figura aparece siempre empuñando una espada a lomos de un caballo blanco y arrollando a un grupo de moros. La duda que se ha originado en muchos años es de si la estatua de Santiago Matamoros, que se encuentra en el Arco del Cubo, es o no es él, puesto que faltan los moros debajo de su caballo.
                                                    



                                                       Estatua de Santiago Matamoros


Santiago Matamoros con su caballo blanco.






  

lunes, 10 de diciembre de 2012

Una Fíbula visigoda aquiliforme en Extremadura.


 ¿Qué es una fíbula?


Se le denomina fíbula a todo tipo de piezas metálicas que servían de adorno personal a la vez que se utilizaban en la antigüedad para sujetar alguna de las prendas que componían el vestido, ya que los botones no existían.
Las fíbulas más comunes tienen forma parecida a los imperdibles que se usan actualmente ocultando la aguja por debajo de un disco o de una plaqueta arqueada de oro, plata o bronce, también se componían de vidrio  y solían ser de varios colores.

Una variante de estas fíbulas se denomina hispánica porque solo se encuentra en la Península ibérica y es propia del arte ibérico. Entre las fíbulas griegas, fenicias, celtas, etruscas y romanas que se hallan recogidas en los museos se aprecia una gran variedad de formas y de decoraciones lo que prueba la gran importancia que daban a este complemento los antiguos para sus trajes. Esta importancia fue mayor aún entre los bizantinos y sus imitadores (como los visigodos) adornando las fíbulas con perlas y colgantes de vidrio como lo reflejan especialmente los mosaicos en esta época.
                       
                                                Fíbula Romana

Una fíbula visigoda aquiliforme en Extremadura



Las fíbulas aquiliformes son las que tienen forma de águila. Algunos de los pocos ejemplares que quedan de éstas, están repartidos por Europa.
Una de las fíbulas visigodas que se han encontrado en Extremadura es Torre-Águila. Fue hallada en el 1984, durante las excavaciones de uno de los enterramientos de Torre Águila (Barbaños, Badajoz). Pertenece a la orfebrería hispano visigoda (VI-VII d. C.) Está expuesta en el museo Nacional de Arte Romano de Mérida.


                                                                 Fíbula de Torre-Águila

Santa Lucía del Trampal


La iglesia de Santa Lucía del Trampal, que se sitúa en Alcuéscar (Cáceres) es una de las construcciones más sorprendentes de la arquitectura altomedieval hispana conservada.
Esta iglesia hasta los años 80 del siglo XX  había pasado desapercibida, hasta que fue descubierta por Juan Rosco y su esposa Luisa Téllez  y restaurada por Caballero Zoreda.
En aquellos tiempos esta iglesia era una ruina que yacía en un valle rodeada de vegetación. No se piensa que fuera desconocida, puesto que hace décadas era destino de romerías.
A mediados del siglo XX, la única función de la iglesia era de establo y choza para refugio de campesinos. Lo que ocurre, como ha sucedido en otras tantas ocasiones, es que el desconocimiento e incultura general permitió que estuviera el borde de la definitiva desaparición.
El proceso de ruina de Santa Lucia del Trampal procede, como en otros tantos casos, de la desamortización de Mendizábal.



Hace poco que se han reconstruido las partes que se habían derruido y rehabilitado otras que se encontraban maltrechas, hasta aparecer ante nosotros un hermoso templo de tipo visigótico, que según los especialistas pertenecería a la segunda mitad del siglo VII, poco antes del fin del reino godo en España.
La iglesia de Santa Lucia del trampal pertenecería a un complejo monástico similar al de Melque (Toledo) ya que se han encontrado trazas de otros edificios cercanos (las posibles estancias monacales) y de otra iglesia (Santiago).
También se han encontrado en el solar piezas arqueológicas de época prerromana y romana por lo que es fácil interpretar que Santa Lucía del Trampal se construyese, como era habitual, en la arquitectura medieval, sobre un lugar de culto tradicional anterior y donde se reaprovechó material de acarreo como queda constancia en numerosas partes de sus muros .

La iglesia muestra dos partes claramente diferenciadas: el sector que engloba la cabecera de tres ábsides y el crucero, que es lo más valioso perteneciente al edificio hispano-visigodo.
El cuerpo de la nave es posterior, es de estilo gótico.
El tramo de fábrica visigoda está construido con sillería perfectamente escuadrada a base de enormes sillares, como era costumbre en la época.
Tiene en esta parte una sola y corta nave unida a un crucero y cabecera de tres ábsides. Toda la bóveda es de cañón con perfil de herradura, salvo los tres tramos que preceden a los ábsides, que son más elevados y estarían en su origen cubierto con bóveda de aristas construidas con ladrillo.
Su planta es basilical y la bóveda del crucero descansa sobre doce columnas monolíticas con seis arcos transversales  de herradura.
En el acceso al crucero y a los ábsides existen unas hendiduras verticales dónde se colocarían canceles para estructurar el espacio del templo según el modo de liturgia hispánica.
El cuerpo de la iglesia que entronca con la parte citada, ya es bajomedieval, de los siglos XIV o XV.
El problema para interpretar los enigmas con que todavía nos desafía la Iglesia es el escaso conocimiento que tenemos de la arquitectura visigoda. Han sido pocos los edificios de la época que se han conservado y en todo caso, no son edificios urbanos sino mas bien construcciones de tipo secundario que se han salvado por encontrarse en entornos rurales.